El matador de toros murciano Pepe Moreno protagonizó ayer la tertulia que el Club Taurino de Murcia adelantaba a lunes en su programación de Martes Taurinos y dentro del ciclo “Toreros de alternativa para el recuerdo”, para hacer un repaso de su trayectoria profesional.
Moreno, retirado de los ruedos desde el año 2005, viste el traje corto una vez al año para participar en un festival que organiza junto a su amigo y compañero José María Requena, “esa cita me sirve para mantener la llama y para vivir intensamente el torero que siempre llevaré dentro”, aseveró el murciano.
De vocación tardía, Moreno inició sus pasos en el mundo del toro a los 18 años de la mano del matador de toros murciano Juan Muñoz con quien mantuvo una especial relación de amistad, y para quien tuvo un sentido recuerdo. El murciano reconoció la dureza de su primera etapa, y las dificultades que encontró debido a su concepto, a la hora de adquirir la técnica necesaria para la profesión. Debutó con picadores en Arnedo para firmar una extensa etapa con los del castoreño en la que pisó, entre otros muchos, los ruedos de Murcia y Madrid ante una infumable novillada de La Guadamilla.
En el año 1997 se doctoró en la plaza de toros de Benidorm, tarde de la que guarda un especial recuerdo. “Fue para mí una tarde muy especial y muy bonita, y ahí te das cuenta de lo grande que puede llegar a ser el toreo. Mi padrino fue el maestro Pepín Jiménez, a quien siempre admiré, que tuvo unas palabras muy bonitas para mi, y además estuve acompañado de mi gran amigo Julio Aparicio”.
Pepe Moreno reconoció que decidió dejar los ruedos por decisión propia y sin que nadie le empujara a ello, “Fue muy doloroso. Después de veinte años luchando por un objetivo, el cambio es radical y salir airoso de esa situación no es fácil. No me queda frustración y soy un hombre feliz. Me quedo con las cosas buenas y con la gente buena que se ha cruzado en mi camino a la que estoy eternamente agradecido. Soy matador de toros y eso es lo más grande que le puede pasar a una persona”, afirmó el murciano.
La plaza de toros de Murcia es la gran espina que lleva clavada el diestro murciano, en donde tan sólo actuó como novillero con picadores en una ocasión, “lo de Murcia ha sido para mi muy doloroso y una gran desilusión. A día de hoy no lo llego a entender, aunque tampoco culpo a nadie. Creo que no se me ha terminado de ver y que aún llevo muchas cosas dentro”.
Pepe Moreno estuvo acompañado en el acto por sus dos hijos, a los que reconoció hablar lo justo de su profesión para evitar calentones, y afirmó que su deseo sería que estudiasen y que fuesen unos buenos aficionados.