El diestro Filiberto fue el protagonista de la tertulia celebrada este martes en los salones del Real Club Taurino, incluida en sus tradicionales Martes Taurinos. El calasparreño hizo un repaso de su temporada 2019 en la que, a pesar de no haber podido pisar Madrid para confirmar alternativa, ni ruedos de mayor categoría, “ha sido una temporada en la que he crecido mucho personal y profesionalmente”, aseguró el diestro, añadiendo que: “Ha sido una temporada en tono ascendente técnica, física y mentalmente, y en el cómputo general ha sido muy positiva en muchísimos aspectos”. De entre esos aspectos, destacó su progreso con el capote, la mejoría con la espada y la capacidad para quitarse la presión.
El joven diestro murciano aseguró que, a partir del mes de julio, la temporada tomó un tono ascendente que se mantuvo hasta su último paseíllo en Hellín para matar una corrida de Miura: “La tarde que más me ha aportado de toda la temporada ha sido la de Hellín”, afirmó el de Calasparra, asegurando que se trató de un gesto y que no entra en sus planes, a día de hoy, encasillarse en ese circuito: “Creo que de vez en cuando está bien tener un gesto, y poder tener a Miura en tu currículum es bonito y meritorio”.
De las once corridas lidiadas por Filiberto, también destacó la de Calasparra como una de las destacadas de la temporada: “No salí a hombros pero fue muy positiva y la gente pudo apreciar una evolución en mi toreo”, aseguró.
Durante el análisis de la temporada, Filiberto apuntó que, a toro pasado, quizá se pueda hacer una lectura positiva de no haber pisado Madrid este año y, de cara a la próxima temporada, aseguró que: “Tengo ganas de poder dar ese pasito más y que todo lo apuntado este año y el anterior sirva para subir un peldaño más en la profesión y asumir con responsabilidad retos mayores”.
