Marcos de Rafael: “Me veía capacitado para ser matador de toros, y tomar la alternativa siempre fue mi ilusión.”

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Marcos García López, Marcos de Rafael en los carteles y conocido cariñosamente por compañeros y amigos como “Marquitos” paso ayer por el Club Taurino de Murcia para recordar su trayectoria profesional como torero de oro y plata.

Marcos por su padre, y Rafael por su abuelo, el murciano, totalmente retirado de la profesión, afincado en Madrid con su esposa y a la espera de su primer hijo, recordó que su afición le vino precisamente por esas dos personas que de niño le llevaban a la plaza de toros de Murcia. De sus primeros paso en la Escuela Taurina, recuerda con especial cariño la amistad que hizo con aquel grupo de chavales que entonces soñaban con ser toreros; amistad que a día de hoy perdura entre todos ellos.

El triunfo en su primera novillada sin picadores en la Feria de Murcia del año 94, le sirvió para verse anunciado en el Festival del Cáncer del año siguiente donde firmó una de las mejores faenas realizadas en el coso de La Condomina a lo largo de su historia.

Marcos siempre estuvo vinculado profesionalmente a Ángel Bernal hasta el día que mató su última novillada picada en el año 2000, gracias en gran parte a la apuesta que por él hizo el fallecido Benito Belmar. Su carrera fue de más a menos como reconoció el murciano, llena de triunfos, sin sabores y dos cornadas duras que sufrió en la plaza de toros de Murcia en sus ferias de 1996, año de su debut con picadores, y en 1999 por un astado de Fermín Bohórquez.

Marcos de Rafael, que se definió como un torero justo de valor, al que le gustaba hacer las cosas bien y no concebir el toreo de alardes y accesorios, reconoció que su pésimo uso de la espada le privó de triunfos en momentos clave que podían haber cambiado en rumbo de su carrera. Además, afirmó que le faltó constancia en los momentos bajos de su carrera.

Cuando se produce su ruptura con la familia Bernal, cambia el oro por la plata y torea dos años a las órdenes de Rafaelillo, entonces apoderado por Pepe Sánchez. Entre ambos le ofrecen la posibilidad de tomar la alternativa, que finalmente se produce en la plaza de toros de Mazarrón el 13 de julio de 2003 con Rafaelillo de padrino y Víctor Janeiro como testigo ante una corrida de El Pizarral.

Al acto asistieron el matador de toros Rafaelillo, el novillero Enrique Portillo y el banderillero José Mora, compañeros de Marcos desde sus inicios, y entre todos recordaron infinidad de anécdotas que pusieron un broche simpático al acto.

 

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